Tipos de Bosques

Los bosques de la provincia están clasificados en cinco “Formaciones Boscosas” o tipos de bosques: 
 

Talar de Barranca

Talares del Este

Bosque Ribereño

Delta Paranaense

Caldenal y Monte

 

Enlace a infografías Formaciones Boscosas

  Talares de Barranca

Los talares de barranca son formaciones boscosas establecidas sobre una barranca (o acantilado inactivo) consecuencia de la acción del oleaje cuando el nivel del mar se encontraba más alto que el actual. Esta pendiente favorece el drenaje de agua de lluvia, permitiendo el asentamiento de los talares. Se localizan en el norte de la provincia de Buenos Aires, en los partidos de San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, Zárate, Campana y Escobar.
 

Flora

Numerosas formas de porte arbóreo componen estos bosques, como tala (Celtis tala), molles (Schinus longifolius y S. fasciculatus), chañar (Geoffroea decorticans), quebrachillo (Acanthosyris spinescens), tembetaríes (Zanthoxylum rhoifolium y Z. fagara), sombra de toro (Jodina rhombifolia), ombú (Phytolacca dioica), sauco (Sambucus australis), y en los márgenes del bosque y los arroyos predomina espinillo (Vachellia caven), persistiendo en sectores más restringidos algunos algarrobos (Prosopis alba y P. nigra) y hasta se halló la presencia relictual de quebracho blanco (Aspidosperma quebracho-blanco). Es característica la presencia de un sotobosque constituido por arbustos como coca de monte (Schaefferia argentinensis), chucupí (Porlieria microphylla) y espina amarilla (Berberis ruscifolia); en los márgenes y claros del bosque podemos encontrar barba de chivo (Erythrostemon gilliesii), cedrón de monte (Aloysia gratissima) y tala de burro (Lycium boerhaviaefolium). El estrato más bajo está conformado por hierbas nativas como oreja de ratón (Dichondra microcalyx), lantana morada (Lantana megapotamica) y margarita punzó (Glandularia tweedieana), entre muchas otras. Entre las trepadoras más destacadas se encuentran zarzaparrilla colorada (Muehlenbeckia sagittifolia), cabello de ángel (Clematis bonariensis) y cipó (Urvillea uniloba).
 

 Fauna

En cuanto a la fauna, en los talares de barranca podemos encontrar diversas especies de tortugas acuáticas (como Hydromedusa tectifera y Phrynops hilarii) que utilizan estas tierras altas para desovar. De los anfibios que la habitan se encuentran la rana criolla (Leptodactylus latrans) y el sapo común (Rhinella arenarum), dentro de los reptiles asociados al talar figuran la lagartija (Teius oculatus) y el lagarto overo (Salvator merianae) y del grupo de los mamíferos encuentran refugio en el bosque el hurón menor (Galictis cuja) y el gato montés (Leopardus geoffroyi). Asociadas a estas formaciones se han registrado más de 200 especies de aves, entre las que frecuentan estos bosques se encuentran el carpinterito (Picumnus cirratus) la tacuarita azul (Polioptila dumicola) y el curutié blanco (Cranioleuca pyrrhophia).

 

 Talares del Este

Los talares del este de la provincia, también conocidos como de albardón, se localizan entre Berazategui y el norte de Mar del Plata. Es en esta zona, más precisamente en la Sierra de los Padres, donde se encuentra al tala (Celtis tala) en su distribución más austral, asociado a la especie arbustiva Colletia paradoxa, formando los currales. Hacia el este de la provincia de Buenos Aires, los bosques de tala se disponen sobre cordones de conchilla paralelos a la costa, entre 1 y 2 m por encima de las áreas adyacentes. Entre las fajas de talar se disponen lagunas y bajos o intercordones de pastizales estacionalmente húmedos, pastizales de inundación (pajonales, juncales) y pastizales halófilos.
 

 Flora

Con respecto a la flora encontrada se puede observar, entre las más importantes, asociaciones de tala (Celtis tala) y coronillo (Scutia buxifolia); ambas especies coexisten o una domina sobre la otra. También es común encontrar en toda el área de distribución el sauco (Sambucus australis), el ombú (Phytolacca dioica), la sombra de toro (Jodina rhombifolia), el molle (Schinus longifolius). Se destaca una especie endémica, el ombusillo (Phytolacca tetramera), la cual se halla en peligro crítico de extinción.
 

 Fauna

Existe una gran diversidad de fauna, siendo algunas de las aves presentes el coludito copetón (Leptasthenura platensis), suirirí común (Suiriri suiriri), tacuarita azul (Polioptila dumicola) y cardenal común (Paroaria coronata). Las especies más abundantes de mamíferos son el tuco-tuco (Ctenomys talarum), comadreja overa (Didelphys albiventris), peludo (Chaetophractus villosus), mulita (Dasypus hybridus), piche llorón (Chaetophractus vellerosus) y la vizcacha (Lagostomus maximus). La Bahía Samborombón alberga a una de las dos poblaciones existentes del venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus celer), especie en peligro de extinción. También están presentes numerosas especies de mariposas, entre las que se encuentra la mariposa bandera argentina (Morpho epistrophus argentinus) que depende del coronillo para sobrevivir ya que las orugas se alimentan de sus hojas.

 


 Bosque Ribereño

La ribera de la provincia de Buenos Aires corresponde a un sector de las costas fluvio estuariales del Río de La Plata, caracterizada por ser baja, que constituye un relicto de la selva marginal y de los pajonales ribereños característicos de la cuenca del Plata. Abarca los partidos de Avellaneda, Quilmes, Berazategui, Ensenada, Berisso y Magdalena, llegando en el sur hasta el partido de Punta Indio. Cuenta además con ensenadas y puntas, originadas por afloramientos de tosca entre los que se distinguen Punta Quilmes, Punta Colorada, Punta Lara y Punta Indio.

Dentro de este ámbito se encuentra el bosque ribereño, que constituye selvas marginales o en galería caracterizadas por una formación tipo selvática y definida por el factor humedad. Los juncales caracterizan la primera etapa de la sucesión, fijando los sustratos con sus rizomas, haciendo más lento el movimiento del agua y favoreciendo el depósito de sedimentos. 
 

 Flora

Alejándose de la costa se encuentran comunidades dominadas por el caraguatá (Eryngium pandanifolium) y el duraznillo (Ludwigia elegans), y algo más elevados, aparecen bosques cuyas especies dominantes son el sauce criollo (Salix humboldtiana) y el ceibo (Erythrina crista-galli). Estos bosques cumplen un rol fundamental en la protección de la planicie costera frente a las inundaciones provocadas por lluvias y sudestadas. 

El bosque ribereño presenta comunidades con predominio de laurel (Ocotea acutifolia), mataojo (Pouteria salicifolia), chal chal (Allophyllus edulis), blanquillo (Sebastiania brasiliensis) y anacahuita (Blepharocalyx salicifolius). Otras especies arbóreas son los canelones (Myrsine laetevirens y M. parvula) y el tarumá (Citharexylum montevidense).
 

 Fauna

De la fauna se destaca la presencia de la mariposa ocheta (Diaethria candrena) y reptiles como la yarará grande (Bothrops alternatus) y el lagarto overo (Salvator merianae), especies de aves entre las que se encuentran el zorzal chalchalero (Turdus amaurochalinus), el boyero negro (Cacicus solitarius), la choca corona rojiza (Thamnophilus ruficapillus) y la garza mora (Ardea cocoi), y mamiferos como la comadreja overa (Didelphis albiventris) y el gato montés (Leopardus geoffroyi)

 


 Delta Paranaense

El Delta del Paraná constituye la porción terminal del río Paraná y se extiende aproximadamente unos 300 kilómetros, desde el sur de la ciudad de Diamante en la provincia de Entre Ríos, hasta la ciudad de San Fernando en la provincia de Buenos Aires. Dentro del territorio bonaerense, se desarrolla a orillas de las ciudades de San Nicolás de los Arroyos, Ramallo, San Pedro, Baradero, Zárate, Campana, Escobar, Tigre, San Isidro y San Fernando. Se trata de una gran extensión de tierras inundables surcada por numerosos cursos de agua de distinta magnitud que forman, en conjunto, un importante complejo de humedales de agua dulce en donde se conforman las denominadas “islas” del Delta del Paraná, que poseen bordes relativamente altos, llamados albardones, y experimentan un descenso topográfico hacia el centro de la isla.
 

 Flora

El delta paranaense se caracteriza por presentar formaciones boscosas denominadas también como Monte Blanco, por poseer las cortezas de sus troncos de tonalidades claras. Algunas de sus especies características son el laurel criollo (Ocotea acutifolia), el laurel de río (Nectandra falcifolia), el tarumá (Citharexylum montevidense), el ingá (Inga edulis), el curupí (Sapium haematospermum), la anacahuita (Blepharocalyx salicifolius), los canelones (Myrsine laetevirens y M. parvula), el blanquillo (Sebastiania brasiliensis), el chal chal (Allophylus edulis) y el seibo (Erythrina crista-galli). Otro tipo de comunidad arbórea del Delta del Paraná lo constituye el bosque de seibo (Erythrina crista-galli). Éste se ubica topográficamente un poco más abajo que el anterior, en la media loma del albardón, o en albardones bajos. Dentro de las comunidades arbóreas, también están presentes los sauzales (Salix humboldtiana), los alisales (Tessaria integrifolia) y los curupizales (Sapium haematospermum).
 

 Fauna

Dada la importancia del elemento agua, se destacan los animales acuáticos y anfibios. En este sentido, se han hallado más de 170 especies de peces y más de 200 especies de aves, entre las que se encuentra la pava de monte (Penelope obscura). Dentro de los reptiles pueden encontrarse tortugas acuáticas (ej. Hydromedusa tectifera), culebras acuáticas y otros ofidios más terrestres. Un gran elenco de anfibios (ej. Leptodactyllus ocelatus) hallan en el Delta un hábitat ideal para desarrollarse. Un importante número de mamíferos de la región también se encuentran íntimamente relacionados con el agua, como los frecuentes coipos (Myocastor coypus), carpinchos (Hydrochoerus hydrochaeris), los escasos lobitos de río (Lontra longicaudis) y ciervos de los pantanos (Blastocerus dichotomus).

 


 Caldenal y Monte

El caldenal, en la provincia de Buenos Aires, se encuentra al sudoeste. Abarcan los partidos de Adolfo Alsina, Puán, Tornquist, Bahía Blanca, Villarino y Patagones, extendiéndose el primero al norte de la región y el segundo al sur, fusionados en un amplio ecotono.
 

 Flora

Se caracteriza por la abundancia de caldén (Prosopis caldenia), que forma bosques xerófilos más o menos densos. Como árboles acompañantes se encuentran   algarrobo dulce (Prosopis flexuosa var. flexuosa),  chañar (Geoffroea decorticans), sombra de toro (Jodina rhombifolia) y  molle (Schinus johnstonii). Entre los arbustos, son frecuentes  piquillín (Condalia microphylla),  tramontana (Ephedra triandra),  yao-yin (Lycium chilense), alpataco (Prosopis alpataco),  pichanilla (Senna aphylla),  manca caballo (Prosopidastrum angusticarpum),  solupe (Ephedra ochreata) y  jarilla (Larrea divaricata). En el sur de Buenos Aires, se suman a las ya mencionadas monte negro (Bougainvillea spinosa) y retama (Bulnesia retama). Con éstas se encuentran también mata sebo (Monttea aphylla), chilladora (Chuquiraga erinacea), Baccharis darwinii y varias especies de Lycium sp.

El estrato graminoso-herbáceo es muy diverso, con coberturas que pueden llegar al 90%.
 

 Fauna

La fauna autóctona que habita en estas formaciones  es variada y  podemos destacar mamíferos como  puma (Puma concolor),  gato montés (Leopardus geoffroyi),  guanaco (Lama guanicoe) y  peludo (Chaetophractus villosus). De las especies de aves muchas son residentes del lugar y otras son visitantes estivales o invernales. Pueden mencionarse el ñandú (Rhea americana), milano blanco (Elanus leucurus), flamenco austral (Phoenicopterus chilensis), cauquén común (Chloephaga picta) y cauquén real (Chloephaga poliocephala), por citar algunos ejemplos. Cabe destacar al cardenal amarillo (Gubernatrix cristata), habitante del Espinal, que se encuentra amenazado principalmente por la captura ilegal de los ejemplares masculinos por la belleza de su plumaje y canto. Entre los reptiles podemos mencionar a la yarará ñata (Botrops ammodytoides) y tortuga terrestre (Chelonoidis chilensis), por citar algunos ejemplos.