, que aborda la problemática de los residuos a través de tres ejes principales:
Estos son los grandes ejes a partir de los que estamos trabajando con recursos, asistencia técnica y planificación para transformar el paradigma de abordaje de los residuos por una gestión integral con inclusión social.
En lo que nos interesa profundizar hoy es en el primero de aquellos tres puntos:
De los 135 municipios que componen la PBA, 81 (o sea, más de la mitad) disponen sus residuos en basurales a cielo abierto. Esto implica serios impactos ambientales y sociales, representa un peligro para los trabajadores del reciclado y afecta el derecho elemental de los y las bonaerenses a vivir en un ambiente sano y equilibrado.
Por esa razón, desde el Ministerio de Ambiente estamos desarrollando una solución definitiva, a largo plazo, para este problema: el
Plan Provincial GIIRSU (Gestión Integral e Inclusiva de Residuos Sólidos Urbanos). Se trata de un hito enorme, que nos va a permitir abordar de forma integral, planificada y sustentable el problema de la basura en la provincia.
Sin embargo, no podemos quedarnos solo con la estrategia a largo plazo, sino que también tenemos que abordar la emergencia y mitigar los problemas que se sufren hoy. Para eso, al tiempo que desarrollamos el Plan GIIRSU, estamos ejecutando diferentes acciones que logren resolver la emergencia en los basurales.
¿Cómo se sanea un basural?
Para empezar, estamos trabajando con todos los municipios para que mejoren la gestión de sus residuos y sus basurales. Esto supone implementar un enfoque sumamente territorializado, porque el tratamiento de residuos es tan heterogéneo y diverso como nuestra Provincia: son muy distintas las condiciones y urgencias de cada territorio. Esto significa realizar un gran esfuerzo para identificar las particularidades y ofrecer una solución 100 % acorde a cada realidad local.
A rasgos generales, desarrollamos tres etapas de intervención sobre los basurales de acuerdo a las necesidades y características de cada municipio.
Plan de Inclusión Social: consiste en el relevamiento de recuperadores que trabajan en el basural y su incorporación al sistema GIIRSU local. En caso de que no haya infraestructura en el predio del basural o nuevo sitio de disposición final, garantizamos la provisión de agua potable, baños, espacio de trabajo, elementos de protección personal e indumentaria.
Saneamiento del basural: esto significa adecuar el sitio que funciona como basural para aislarlo lo más posible del ambiente, cubrir los residuos, ventear el gas que se forma por la descomposición orgánica y lograr la revegetación del sitio.
Celda sanitaria: este es el tipo de abordaje más complejo, ya que contempla una obra de ingeniería y la colocación de una membrana geotextil para impermeabilizar el suelo.
A partir de la construcción de estas celdas, los municipios dejan de utilizar los basurales a cielo abierto y comienzan a tener un sitio de disposición final unificado. Complementariamente a dicha construcción, trabajamos con los gobiernos locales en un Plan GIIRSU, con inclusión social, a través del cual planifican y se comprometen a la correcta utilización de las celdas con las siguientes acciones:
El tratamiento y la valorización de las distintas corrientes de residuos, evitando la disposición final de residuos reciclables, neumáticos fuera de uso (NFU), residuos de la construcción y demolición (RCD) y poda.
La operación de los sitios por personal capacitado como parte del Plan GIIRSU.
La utilización de maquinaria pesada de uso exclusivo para la operación de la celda (cuando las jurisdicciones no las poseen, se las proveemos).
La cobertura periódica de los residuos dispuestos.
Un plan de inclusión social para aquellos basurales donde se releva la presencia de recuperadores, con la finalidad de incorporarlos al sistema GIIRSU municipal.
Algunas experiencias
Para la primera etapa seleccionamos 10 municipios en los que comenzamos a sanear basurales a cielo abierto y a construir celdas sanitarias para la disposición final de sus residuos. En todos ellos, complementamos esa propuesta con planes de inclusión social, porque en la mayoría de los basurales hay recuperadores. Esta es una característica distintiva del proyecto, ya que otras veces se ha intentado resolver esta problemática sin la inclusión y el acompañamiento técnico necesario para que las estrategias desarrolladas sean realmente exitosas en términos ambientales y sociales.
Por ejemplo, en el municipio de 25 de Mayo estamos llevando adelante tareas de saneamiento y hemos entregado maquinarias para sanear basurales. Además, enviamos equipamiento para la gestión de residuos y para fortalecer las tareas de promoción ambiental que realizan las mujeres cartoneras, fundamentales para el funcionamiento de la gestión de los residuos.
A su vez, en Pehuajó, el pasado 30 de marzo se cerró el basural a cielo abierto, el cual pasará a convertirse en un Complejo Ambiental con una planta de tratamiento de residuos y una celda sanitaria con membrana geotextil. Tal como lo definió la Ministra Daniela Vilar, esto significa “un hito ambiental en la historia de la provincia de Buenos Aires y en la vida de cada uno de los vecinos de Pehuajó. El cierre de este basural es una transformación inédita que además de promover las mejoras en la vida de cada uno de ustedes, potencia las cooperativas de reciclado y dignifica el trabajo de los recuperadores”.